Sigilosamente y con el tacto encendido he decidido hacer tu cuerpo mío posando mis dedos como músico a su instrumento predilecto Que salen de recorrer tu alma hecha guitarra.
Tu guitarra en donde sembré mis huellas
Se aviva emergiendo desde su piel
Los puntos y guiones que me permiten leerte una y otra vez
Eres acertijo divino, enigma de enigma, misterio de misterios
Noche y día, sublime atardecer que ilumina mi vida misma
Degusto mi paladar con cada gemido, con cada beso convertido en suspiro
Eres aperitivo para mis labios, dulzor de sueños robados
Miel que sorbo a sorbo vas penetrando en mí, haciéndome sonreír
Dejando para el pus café ese tesoro guardado
El relieve de tus surcos andados me transporta al sutil aroma,
Desprendido por la sensible y hermosa ropa que tu anatomía adorna
Como un ruiseñor tu cálida voz, hace vibrar a mi alma,
y es que eres mi templo sagrado impregnado por cantos gregorianos
Tus guiones con sus puntos y sus 68 patrones
Hacen de tu cuerpo mis ojos para visualizar colores
Las letras, las palabras y las frases, se desprenden de tu piel
Y con ellas le doy luz al sentido, que se me negó al nacer
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